Este texto habla de los distintos intereses ( políticos, económicos...) en juego en la campaña de vacunación masiva contra el papiloma humano y aporta unos datos preocupantes sobre la seguridad de la vacuna.
Michelle Trounday
Michelle Trounday
Ante la campaña de vacunación contra el virus del papiloma humano en chicas de 12 a 16 años y considerando que los ciudadanos hemos sido parcialmente informados sobre el tema, quiero aportar unos datos significativos para conocimiento general y de los padres en particular, que son quiénes tienen que tomar la decisión de vacunar o no a sus hijas.
En los últimos meses, hemos vivido una campaña promovida por la administración sanitaria, utilizando diversos medios de comunicación y propaganda, cuyo propósito ha sido la vacunación generalizada de las adolescentes en los institutos.
Esta campaña ha sido repentina y precipitada. Las alarmantes cifras propagadas han creado una sensación de miedo desproporcionada.
De esta manera, en muy poco tiempo, pasó a ser prioritario algo que no lo era a principios de 2007, cuando la entonces ministra de Sanidad, Elena Salgado, declaraba:”No es un problema urgente (…) España es uno de los países con menor incidencia de este tipo de cáncer (…) Tenemos pocos casos y se suelen detectar de manera temprana por lo que los porcentajes de curación son muy altos” (elmundo.es 14/03/2007)
Con el inicio de la campaña en los institutos, los padres han debido optar de manera precipitada entre vacunar o no a sus hijas, con el miedo a las consecuencias que pueda acarrear su decisión. Sin embargo, habrá que esperar bastante tiempo para conocer el impacto de esta vacuna ya que, cómo manifestó Elena Salgado: “La efectividad real de la vacuna sólo se conocerá dentro de 35 años.”
La urgencia de esta campaña de vacunación ha sido cuestionada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. La CAPS, asociación científica socio –sanitaria, aloja en su Web una lista que, de momento, agrupa a 3486 firmantes: médicos, profesionales de la salud y particulares que piden una moratoria sobre la medida.
Los argumentos principales citados por estos colectivos son los siguientes:
-No estamos ante una epidemia: la incidencia de cáncer de cuello de útero en España es muy baja.
- No se ha comprobado la eficacia de esta vacuna sobre la prevención del cáncer de cuello de útero ni se conoce lo suficiente sobre su seguridad.
-Se ignora la duración de la inmunidad que confiere.
-Tanto la inmunidad natural de las mujeres como las pruebas de citología y el tratamiento son muy eficaces a la hora de prevenir el cáncer de cuello de útero.
- El precio de esta vacuna es exagerado existiendo otras prioridades sanitarias.
Parecería razonable, ante las numerosas dudas surgidas, haber reflexionado sobre la oportunidad de la campaña. Sin embargo, en su momento, comenzaron las presiones políticas. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, anunció que incluiría la vacuna en el calendario de vacunación, independientemente de lo que hiciera el Ministerio de Sanidad.
Después, se unió a la medida Navarra, más tarde Canarias… La vacunación se convirtió en un instrumento de pulso político, una bandera de “modernidad” y de “progreso” dentro de una carrera por ser el primero en adoptarla.
El 6 de Julio de 2007, Elena Salgado fue sustituida en su cargo por Bernat Soria despidiéndose “visiblemente afectada”.
La patronal de la industria, expresó “su satisfacción por el perfil científico-investigador” del nuevo responsable de Sanidad e interpretó el nombramiento cómo “un claro signo del Gobierno a favor de la investigación biomédica, actividad en la cual los laboratorios científicos se sienten totalmente comprometidos.” (Correo Farmacéutico del 06/07/2007)
El Consejo de Ministros autorizó la comercialización de la vacuna el 24 de Agosto de 2007 y Maria Teresa Fernández de la Vega anunció entonces que esta decisión podía situar a España “a la vanguardia en las técnicas de prevención y en el grupo de países europeos punteros en las políticas públicas de salud”.
El 10 de octubre, se reunió el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud; el nuevo ministro logró su aprobación en el calendario de vacunación, con la unanimidad de todas las CCAA.
Lo que, a nivel sanitario, no era urgente meses antes se había vuelto inaplazable a nivel político.
Aparte de los intereses partidistas de nuestros gobernantes, hay otro sector que tiene obviamente mucho que ganar con la generalización de la vacunación… Algunos analistas prevén que las ventas anuales del Gardasil (nombre comercial de la vacuna) superarán los 3000 millones de dólares dentro de los próximos años.
No es de extrañar pues que para conseguir tales cifras de ventas, los laboratorios que la comercializan, Sanofi-Pasteur y Merck Sharp &Dohme (MSD) hayan multiplicado sus esfuerzos de marketing y de lobbying . En Estados Unidos, ejercieron presiones en instancias gubernamentales para promover en el país la vacunación obligatoria de las chicas a partir de los 9 años. Lo tuvieron que dejar ante una oposición importante cuando se desveló su táctica.
El Washington Post publicó el 22 de febrero de 2007 que el 16 de octubre de 2006, el gobernador de Texas, Rick Perry, reunió a su Gabinete para estudiar la importancia de la vacunación obligatoria el mismo día en que recibía un “donativo” de 5000 dólares del laboratorio Merck para apoyar su campaña de reelección: Texas se convirtió en el primer estado americano en imponer por decreto la vacuna del VPH.
Es notorio en Estados Unidos que las empresas farmacéuticas, que figuran entre las más ricas del mundo, tienen una influencia económica preponderante en el ámbito político, participando habitualmente en la financiación de las campañas electorales.
Las principales instituciones de investigación médica, de información y de control sobre los medicamentos reciben importantes aportes económicos de ellas: universidades, revistas científicas, organismos reguladores…
Merck organizó y pagó la primera Cumbre Global sobre el Cáncer de Cervix en París en marzo de 2007.
En Europa y en Estados Unidos, se ha denunciado repetidamente la estrecha relación entre las empresas farmacéuticas y algunos agentes expertos de diferentes organismos de control y evaluación de los medicamentos.
Estos últimos años, se suspendieron las ventas de varios medicamentos ante las graves e incluso fatales consecuencias que provocaron en el mundo.
En el caso del Vioxx, anti- inflamatorio estrella comercializado por Merck a partir de 1999, y cuya venta se suspendió en 2004, una de las revistas científicas más prestigiosas, The New England Journal of Medicine, el 8 de Diciembre de 2005, acusó al fabricante de haber conocido tres muertes por infarto y varios problemas cardiovasculares y de haberlos “omitido” en la copia final del ensayo que mandaron a publicar en la revista.
En Noviembre del año pasado, la prensa publicó que Merck pagaría 4850 millones de dólares (3302 millones de euros) para zanjar 26000 pleitos que representan a cerca de 47000 demandantes que acusan al Vioxx de ser responsable de miles de ataques al corazón, derrames cerebrales, embolias pulmonares, trombosis venosas y muertes.
Este mismo laboratorio fracasó recientemente en su intento de crear una vacuna contra el virus del sida. Los importantes beneficios obtenidos con la comercialización del Gardasil permitirán compensar buena parte de las pérdidas económicas conllevadas por estos fracasos.
Sabiendo todo lo anterior, la pregunta es: ¿tienen las adolescentes todas las garantías de que esta vacuna va a ser beneficiosa para su salud?
La vacuna esta presentada como muy segura, sin apenas efectos secundarios, pero, en Estados Unidos, dónde se aplica desde junio de 2006 y según recoge el VAERS (Vaccine Adverse Events Reporting System, registro público de datos sobre los efectos adversos de las vacunas) (al cual se puede acceder desde Internet buscando “Examine VAERS Database HPV4”), se han notificado hasta hoy 4541 efectos secundarios, entre ellos 11 muertes y 82 reacciones peligrosas para la vida. Y eso que el VAERS, según las fuentes oficiales, recoge como máximo un 10% de los efectos secundarios ocurridos.
Una parte significativa de ellos no es mencionada por el laboratorio: síncopes, convulsiones, síndrome de Guillain-Barré (parálisis), abortos espontáneos en mujeres embarazadas…
Diane M. Harper, científica que ha liderado durante veinte años la investigación sobre la vacuna contra el papiloma humano, hablando sobre la campaña de vacunación en Estados Unidos utiliza los términos de “gran experimento público de salud”, argumentando que la eficacia de la vacuna no ha sido estudiada en las chicas jóvenes de menos de 15 años.
(http://www.fwdailynews.com/articles/2007/03/14/online_features/hpv_vaccine/hpv01.txt
Creo que, si queremos tener algún control sobre nuestro poder de decisión en un tema tan esencial como el de nuestra propia salud, en este mundo donde los intereses económicos son cada día más importantes en todos los sectores, nos incumbe , personalmente y en colaboración, buscar una información amplia y completa .
Solo así, podremos elegir libremente y en plena conciencia lo que queremos para proteger nuestra vida y la de los nuestros. Solo así podremos tomar nuestras decisiones.
Enlaces interesantes sobre el tema:
1. -.VIRUS PAPILOMA // HABLAMOS CON LEONOR TABOADA, DIRECTORA DE LA REVISTA MUJERES Y SALUD“Esta vacuna cuesta una fortuna para una epidemia que no existe”
http://www.diagonalperiodico.net/imprimir.php3?id_article=4842
2. -DISCOVERY SALUD:
“El sinsentido de la vacuna para el papiloma humano “
www.dsalud.com/numero99_1.htm - 57k
3. -LA ESCUELA DE SALUD
“No se ha probado la seguridad de la vacuna para las niñas”
http://mdidch.zoomblog.com/archivo/2007/10/03/la-nueva-vacuna-contra-el-cancer-cervi.html
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